Los sucesos ocurrieron en mayo de 1890. Las protestas comenzaron como respuesta a los despidos realizados por la compañía minera a 4 mineros que participaron en la organización de los mítines del 1º de mayo. La huelga comenzada por los mineros de las minas Concha I y Concha II de La Arboleda se extendió rápidamente a toda las minas de la zona, fué capaz de paralizar a toda Meatzaldea y requirío de la intervención del ejercito y el estado de sitío para neutralizarla.
Los mineros pedían la implantación de 10 horas de trabajo, eliminar el trabajo a destajo, la supresión de los barracones y cantinas obligatorias y la readmisión de los despedidos. A pesar de la dura intervención del ejercito, la represión y el encarcelamiento de los dirigentes obreros aquella fué la primera gran huelga que ganaron los mineros y fue la semilla del movimiento obrero vasco. Algo había cambiado en la sociedad, a partir de entonces nada sería igual. Así lo cuentan las crónicas:
"Con la paralización total en los montes, numerosos grupos de obreros empezaron a bajar por los altos de las Conchas, La Salve, Matamoros, en dirección a Ortuella, donde estaba prevista una primera reunión, a los gritos de «¡Abajo los cuarteles! Viva la huelga! Viva la zona minera! ¡Ocho horas de trabajo!».
Otro importante grupo de más de 1.000 obreros bajó de La Arboleda hacia Ortuella, precedido por una bandera roja y gritando « Viva la unión obrera y abajo los cuarteles!». En el camino hacia Ortuella, algunos grupos habían levantado las vías de los ferrocarriles mineros y cortado algunos postes telefónicos.
En Ortuella se habían juntado, hacia las diez de la mañana, unos 8.000 mineros, que rápidamente se convirtieron 10.000. Aquel mismo día a las seis de la tarde del día 14 de mayo de 1890 la autoridad militar asumía el mando de la provincia, declaraba el estado de sitio, ordenaba la detención del Comité Obrero de La Arboleda..."
Los mineros pedían la implantación de 10 horas de trabajo, eliminar el trabajo a destajo, la supresión de los barracones y cantinas obligatorias y la readmisión de los despedidos. A pesar de la dura intervención del ejercito, la represión y el encarcelamiento de los dirigentes obreros aquella fué la primera gran huelga que ganaron los mineros y fue la semilla del movimiento obrero vasco. Algo había cambiado en la sociedad, a partir de entonces nada sería igual. Así lo cuentan las crónicas:
"Con la paralización total en los montes, numerosos grupos de obreros empezaron a bajar por los altos de las Conchas, La Salve, Matamoros, en dirección a Ortuella, donde estaba prevista una primera reunión, a los gritos de «¡Abajo los cuarteles! Viva la huelga! Viva la zona minera! ¡Ocho horas de trabajo!».
Otro importante grupo de más de 1.000 obreros bajó de La Arboleda hacia Ortuella, precedido por una bandera roja y gritando « Viva la unión obrera y abajo los cuarteles!». En el camino hacia Ortuella, algunos grupos habían levantado las vías de los ferrocarriles mineros y cortado algunos postes telefónicos.
En Ortuella se habían juntado, hacia las diez de la mañana, unos 8.000 mineros, que rápidamente se convirtieron 10.000. Aquel mismo día a las seis de la tarde del día 14 de mayo de 1890 la autoridad militar asumía el mando de la provincia, declaraba el estado de sitio, ordenaba la detención del Comité Obrero de La Arboleda..."
KRONIKA OSOA IRAKURRI (PDF): http://ttiki.com/35955
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